El saber
· Más importante que saber, es saber cómo saber.
· La parte más importante de la instrucción debería ser enseñar a saber cómo saber.
· Para saber existen los métodos de la ciencia materialista. Y los de la Ciencia Espiritual. Búscalos y los encontrarás.
· El conocimiento que sólo aborda la descripción del mundo de los efectos se queda a medio camino.
· El hombre, si profundiza suficientemente su pensar, vive, en virtud de él, dentro de una realidad espiritual de índole universal.
· Podemos creer que los pensamientos de las cosas moran dentro del hombre, cuando en realidad imperan en las cosas mismas.
· Por vivencia personal podemos deducir y reconocer el hecho de que el hombre puede intuirse a sí mismo como espíritu independiente del cuerpo arraigado en un mundo puramente espiritual.
· Existe una creciente sed por una concepción satisfactoria del mundo y de la vida pero la filosofía actual no es capaz de dar respuestas convincentes. No se puede crear, artificialmente un anhelo espiritual sino buscarlo allí donde ya existe y satisfacerlo.
· Muchos de nuestros filósofos actuales engendran problemas que no son natural derivación de la época cultural que hemos alcanzado y en consecuencia a nadie interesa mucho de lo que ellos pueden decir.
· La filosofía materialista no puede dar respuestas a los problemas y anhelos más esenciales del hombre, que son de índole espiritual.
· La ciencia pasa por alto los interrogantes que nuestra formación cultural no puede menos que formular. Se pasa por alto el ¿para qué todo esto? ¿hacia dónde vamos con todo esto?
· Debemos enfocar el conocimiento del Universo no como si éste fuese un mecanismo, sino como un organismo viviente interpenetrado del mundo causal del espíritu.
· Mucho del error filosófico de la actualidad tiene su origen en que se reclama validez universal para un modo de pensar que sólo lo tiene para una clase de objetos.
· Para que nuestra capacidad de pensar sea capaz de penetrar el mundo en profundidad el pensamiento mismo debe empezar a devenir experiencia.
· Hemos de enfrentarnos con la experiencia pura y buscar en ésta el elemento que la ilumina, tanto a ella como a la demás realidad
· El error básico de muchas Gnoseologías actuales es que creen relatar la experiencia pura cuando, en realidad, no hacen más que leer en ella lo que ellas mismas escribieron.
· Sólo al pensar puede aplicarse el principio de experiencia en su significación más extrema.
· El pensar capta un aspecto de la realidad del cual un ser puramente sensorio sólo suministra un lado de la realidad. El otro se capta mediante el pensar.
· La función del pensamiento no es rumiar lo que transmiten los sentidos sino penetrar en lo que a estos les es vedado.
· El pensamiento no es receptáculo sin contenido, sino que tiene un concepto en sí, contenido que no coincide con el de ninguna otra forma fenoménica.
· Para emplear el pensamiento con éxito en la tarea de conocer debemos tener un buen entrenamiento. La Ciencia Espiritual proporciona un buen método.
· El entrenamiento con el pensamiento es una gran ayuda para el éxito, la paz interior y la felicidad.
· El pensar es una totalidad en sí, autosuficiente, que no debe trascenderse a sí mismo so riesgo de ir a parar en el vacío. El pensar, para explicar algo, no debe recurrir a elementos que no se hallen dentro de sí mismo.
· Una cosa que el pensar no pudiera abarcar sería una anticosa. Todo halla su lugar en el pensar.